El alma del hombre tiene sed de Dios

De la misma manera que un ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así el alma humana clama por Dios, clama por su Palabra. ( salmo 42 )
El alma humana tiene sed de Dios, tiene anhelo por oir la Palabra Dios.
Dios es como las corrientes de las aguas que refrescan al alma del hombre y le dan refrigerio. El hombre ha nacido sediento, y tiene necesidad de saciar ésa sed; y la fuente para saciarla está en Dios su Creador.
El hombre debe acudir a la fuente divina para satisfacer su alma sedienta .
Cristo Jesús dijo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva ( el Espíritu Santo ) ( Juan 7: 37 al 39 ).
Ya el profeta Isaías lo había profetizado:
“ A todos los sedientos: venid a las aguas……Venid a mí, dice el Señor , y oid, y vivirá vuestra alma ; y haré pacto eterno con vosotros…..oid mi Palabra que sale de mi boca, y que no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié…( y a causa del agua de la Palabra ), “ en lugar de la zarza crecerá el ciprés , y en lugar de la ortiga crecerá arrayán , y será una señal eterna que nunca será raída. ( Isaías 55 ). Cristo Jesús es la Palabra de Dios, el Verbo de Dios. El viene sobre nosotros cual esposo y nos dice : “ he recogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados” ( Cantar de los Cantares 5: 1 ).
Su paladar es dulcísimo, y todo él codiciable, y así es su Palabra para nosotros. ¡ Oh, tu que habitas en los huertos, Los compañeros escuchan tu voz; házmela oir ( Cantar de los Cantares 8: 13 ) .
Estamos sedientos y necesitamos oir la Palabra del Señor para satisfacer nuestras almas sedientas; nuestras almas tienen sed de Dios, y quieren beber de su Palabra. No hay nada fuera de su Palabra que satisfaga nuestra sed. Solo en Cristo Jesús el Verbo de Dios encontramos satisfacción para nuestras almas. Su Palabra es refrigerio para nuestras almas. En él están todas nuestras fuentes de gozo y de alegría. Alegría de un Pueblo en fiesta; de un pueblo que guiado por Cristo es conducido a la Casa de Dios entre voces de alegría y alabanza . Un Pueblo al que le preguntan algunos ¿ don de está tu Dios? . Dios está y mora en las alabanzas de su Pueblo. Bienaventurado el Pueblo que sabe aclamarle, porque andará siempre a la Luz de su Rostro, y en él se alegrará todo el día, y en su Justicia será enaltecido, porque Dios es la gloria de su potencia , y por la buena voluntad de Dios verá acrecentado su poder ( salmo 89 ).
Dios está con los que esperan en él, y le alaban . Estos tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán ( Isaías 40: 31 ). Del arroyo beberán en el camino ( el cual arroyo es Cristo la Palabra de Dios ), por lo cual levantarán la cabeza ( para alabar al Señor con un sacrificio de labios que confiesan su Santo Nombre ) ( Salmo 110 ).
Nuestras almas tienen sed, y Cristo Jesús es el arroyo en el cual encontramos la satisfacción para nuestras almas. Acudamos a él para beber de su Palabra, y seremos saciados. Gracias Señor Jesús por tu ofrecimiento.

TATIS