Un grano de mostaza. La semilla más pequeña que se conoce, pero que se convierte en una hermosa y grande hortaliza.
¿ porque será que Dios el Creador hace que lo mas pequeño llegue a convertirse en algo grande ¿; ¿ que pensamientos sublimes habitarán en Dios para hacer que lo que es humillado llegue a ser ampliamente exaltado ¿ . ¿Qué pensamientos para hacer que lo débil pueda decir; fuerte soy, y que lo que no es alcance el estado de llegar a ser?.
En cierta ocasión le dijo al profeta Elías: ve a Sarepta de Sidón , por que he dado orden allí a una viuda para que te sustente. Y cuando el profeta llegó le dijo dame de beber, y ella salió para traer agua , y el profeta añadió: y te ruego me traigas también un poco de pan para que coma ; a lo que la viuda contestó: solo tengo un puñado de harina en mi tinaja , y un poco de aceite en una vasija, y mi intención era prepararlo para mi y para un hijo que tengo, y después de esto prepararnos para morir, pues es lo último que nos queda. Ve, le dijo el profeta, haz ésa comida como dices , y no temas , pero antes hazme a mi primero una pequeña torta cocida, y tráemela ; después haz comida para ti, y para el hijo que tienes . Dios me ha enviado a decirte que la harina de tu tinaja no escaseará, ni el aceite de tu vasija disminuirá, hasta el día que el Señor Dios haga llover de nuevo sobre la faz de la tierra. Y la mujer creyó a Dios y las palabras del profeta, y de aquella pequeña porción de harina y aceite comieron los tres durante muchos días. Una vez más aquello que era pequeño, Dios lo hizo hacerse grande ; aquella mujer estaba dispuesta a darle al profeta la porción que le habría correspondido tomar a ella; y fue al ponerla a su disposición que la Palabra llegó hasta ella para darle a ella mucho más abundante comida que la que tenía en su casa .
Esta mujer guardó y atesoró la palabra de Dios en su corazón mucho tiempo antes de que el profeta le fuese enviado; ésta mujer atesoró en su corazón la palabra de Dios. No era rica en bienes materiales, pero había atesorado la palabra de Dios en su corazón. Ella había ahorrado en abundancia la palabra de Dios y la tenía como un tesoro guardado dentro de su corazón. No fue casualidad el que Dios enviara al profeta hasta la casa de ésta viuda; pues había muchas viudas en aquél tiempo; el profeta llegó a la casa de ésta mujer a causa de que ella había atesorado la Palabra de Dios en todo tiempo. Necesario es decir aquí que el que ahorra las palabras de Dios y las atesora en su corazón es una persona sabia, porque la Palabra del Señor es Sabiduría. La persona que entiende que la palabra de Dios es verdadera comida y bebida es de espíritu prudente tal y como lo recoge el proverbio: ( Proverbios 17: 27 ). El que se alimenta de la palabra de Dios y la guarda en su corazón, nunca será abandonado por Dios en medio de las pruebas. Es mejor no atesorar riquezas, pues éstas son injustas e inciertas en tiempos de tribulación; pero atesorar y guardar la palabra de Dios en nuestros corazones, es la mejor opción que se nos recomienda. Cuando José fue vendido por sus hermanos para Egipto, no se llevó consigo riqueza alguna; descendió solo con su cuerpo; pero en su corazón llevaba atesorada la Palabra de Dios. José era simplemente un pequeño e insignificante esclavo y siervo. No tenia riquezas propias, ni cobraba salario alguno por todo su trabajo; no tenía libertad para hacer lo que quisiera; y a más de todo esto, acabó encerrado en una cárcel sin ninguna posibilidad de salir de allí; pero José tenía atesorada la palabra de Dios en su corazón; y fue precisamente esa palabra la que lo haría libre, verdaderamente libre, y la que le haría poseedor de riquezas impensables para él; ésa palabra le haría ser Señor de todo.
Dios el Padre nos ha dado a su hijo Jesucristo; él es la palabra de Dios ; es el mejor tesoro que podemos tener; un joven rico nos dice la escritura lo rechazó a él por irse en pos de todos sus bienes los cuales eran muchos, y se perdió para siempre el mejor tesoro que nadie puede tener: la palabra de Dios que en Jesucristo se hizo carne para venir a morar entre nosotros. El apóstol Pablo dijo: no pongais la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Atesorando mas bien la Palabra que es un buen fundamento sólido para lo porvenir , la cual nos dará la vida en tiempos de necesidad como ocurrió con José y con la viuda y finalmente la Vida eterna.
Jesucristo es nuestra única esperanza; nuestro mayor tesoro. Nuestra palabra de vida. No hay mayor riqueza que ésta.
Con amor. TATIS.
¿ porque será que Dios el Creador hace que lo mas pequeño llegue a convertirse en algo grande ¿; ¿ que pensamientos sublimes habitarán en Dios para hacer que lo que es humillado llegue a ser ampliamente exaltado ¿ . ¿Qué pensamientos para hacer que lo débil pueda decir; fuerte soy, y que lo que no es alcance el estado de llegar a ser?.
En cierta ocasión le dijo al profeta Elías: ve a Sarepta de Sidón , por que he dado orden allí a una viuda para que te sustente. Y cuando el profeta llegó le dijo dame de beber, y ella salió para traer agua , y el profeta añadió: y te ruego me traigas también un poco de pan para que coma ; a lo que la viuda contestó: solo tengo un puñado de harina en mi tinaja , y un poco de aceite en una vasija, y mi intención era prepararlo para mi y para un hijo que tengo, y después de esto prepararnos para morir, pues es lo último que nos queda. Ve, le dijo el profeta, haz ésa comida como dices , y no temas , pero antes hazme a mi primero una pequeña torta cocida, y tráemela ; después haz comida para ti, y para el hijo que tienes . Dios me ha enviado a decirte que la harina de tu tinaja no escaseará, ni el aceite de tu vasija disminuirá, hasta el día que el Señor Dios haga llover de nuevo sobre la faz de la tierra. Y la mujer creyó a Dios y las palabras del profeta, y de aquella pequeña porción de harina y aceite comieron los tres durante muchos días. Una vez más aquello que era pequeño, Dios lo hizo hacerse grande ; aquella mujer estaba dispuesta a darle al profeta la porción que le habría correspondido tomar a ella; y fue al ponerla a su disposición que la Palabra llegó hasta ella para darle a ella mucho más abundante comida que la que tenía en su casa .
Esta mujer guardó y atesoró la palabra de Dios en su corazón mucho tiempo antes de que el profeta le fuese enviado; ésta mujer atesoró en su corazón la palabra de Dios. No era rica en bienes materiales, pero había atesorado la palabra de Dios en su corazón. Ella había ahorrado en abundancia la palabra de Dios y la tenía como un tesoro guardado dentro de su corazón. No fue casualidad el que Dios enviara al profeta hasta la casa de ésta viuda; pues había muchas viudas en aquél tiempo; el profeta llegó a la casa de ésta mujer a causa de que ella había atesorado la Palabra de Dios en todo tiempo. Necesario es decir aquí que el que ahorra las palabras de Dios y las atesora en su corazón es una persona sabia, porque la Palabra del Señor es Sabiduría. La persona que entiende que la palabra de Dios es verdadera comida y bebida es de espíritu prudente tal y como lo recoge el proverbio: ( Proverbios 17: 27 ). El que se alimenta de la palabra de Dios y la guarda en su corazón, nunca será abandonado por Dios en medio de las pruebas. Es mejor no atesorar riquezas, pues éstas son injustas e inciertas en tiempos de tribulación; pero atesorar y guardar la palabra de Dios en nuestros corazones, es la mejor opción que se nos recomienda. Cuando José fue vendido por sus hermanos para Egipto, no se llevó consigo riqueza alguna; descendió solo con su cuerpo; pero en su corazón llevaba atesorada la Palabra de Dios. José era simplemente un pequeño e insignificante esclavo y siervo. No tenia riquezas propias, ni cobraba salario alguno por todo su trabajo; no tenía libertad para hacer lo que quisiera; y a más de todo esto, acabó encerrado en una cárcel sin ninguna posibilidad de salir de allí; pero José tenía atesorada la palabra de Dios en su corazón; y fue precisamente esa palabra la que lo haría libre, verdaderamente libre, y la que le haría poseedor de riquezas impensables para él; ésa palabra le haría ser Señor de todo.
Dios el Padre nos ha dado a su hijo Jesucristo; él es la palabra de Dios ; es el mejor tesoro que podemos tener; un joven rico nos dice la escritura lo rechazó a él por irse en pos de todos sus bienes los cuales eran muchos, y se perdió para siempre el mejor tesoro que nadie puede tener: la palabra de Dios que en Jesucristo se hizo carne para venir a morar entre nosotros. El apóstol Pablo dijo: no pongais la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Atesorando mas bien la Palabra que es un buen fundamento sólido para lo porvenir , la cual nos dará la vida en tiempos de necesidad como ocurrió con José y con la viuda y finalmente la Vida eterna.
Jesucristo es nuestra única esperanza; nuestro mayor tesoro. Nuestra palabra de vida. No hay mayor riqueza que ésta.
Con amor. TATIS.
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